Si tenemos un dolor de estómago pasajero, el mejor remedio casero es una simple infusión. Para prepararla, hervimos dos tazas de agua con un puñado de hojas de laurel y la cáscara de medio limón (bien lavada, por supuesto), a la que podemos añadir una cucharadita de azúcar (opcional). Hay que hervir la mezcla hasta que se reduzca a la mitad; a continuación, colar, dejar reposar unos minutos y listo para tomar. Es mejor tomarla caliente, para que el alivio sea inmediato.
También podemos preparar una infusión de regaliz y llantén, muy eficaz para la gastritis. A nivel digestivo, esta infusión mixta es muy útil para bajar la inflamación de las paredes del estómago y calmar las molestias que produce, ya sea en forma de dolor o de acidez estomacal. Para prepararla necesitas: media cucharadita de regaliz, media cucharadita de llantén y una cucharadita de miel. Añade las hierbas a una taza de agua hirviendo, deja reposar entre 2-3 minutos y filtra, antes de endulzar con un poquito de miel. Toma una taza después de cada comida principal.
Otro aliado herbal a tener en cuenta para combatir el dolor de estómago producido por una digestión difícil: el cardo mariano. La toma de una infusión de cardo mariano agiliza la digestión de las comidas copiosas o grasientas, gracias a su capacidad para estimular la producción y la disponibilidad de bilis, el jugo digestivo que ayuda a asimilar correctamente las grasas. Por su parte, la mejorana también tiene beneficios digestivos. Esta planta ayuda a acelerar la digestión y a prevenir y tratar los gases. En este caso, vale la pena mezclarla a partes iguales con otras plantas digestivas, como la salvia, el hisopo y la albahaca.
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